Colombia se caracteriza por ser un país consumido en guerra por más de 60 años, donde la población civil ha padecido el sufrimiento continuo que deja el conflicto armado en cualquiera de los once hechos victimizantes que acaban con la ilusión, esperanza y proyectos de vida de familias enteras; generando cicatrices invisibles difíciles de sanar, concertadas más profundamente dentro del presente artículo. El objetivo de este escrito, es demostrar las secuelas psicológicas que deja la desaparición forzada en los sobrevivientes de este hecho; que como sinónimo de sufrimiento e incertidumbre, pueden llegar a ser cotidianamente un obstáculo para el desarrollo integral de las áreas de funcionamiento de los individuos.