Diagnóstico: Muchos de los elementos inherentes a los procesos de enseñanza aprendizaje, hacen parte compleja de una maraña irrompible de metodologías en donde el profesor se siente a gusto, pero el estudiante vive desmotivado, es claro que estos métodos no son de su agrado y su incomodidad la manifiesta en conductas que limitan la falta de atención, el llegar tarde, el incumplimiento e incluso la deserción. En este sentido Miguélez (2000), expresa que el desempeño del docente en el aula juega un papel determinante, para romper la crisis educacional en la que vivimos al interior de las aulas. Por otro lado, en un proceso de formación por competencias, se nos pide tomar elementos del contexto para dar formación al estudiante, pero en el contexto actual de nuestro país, los referentes están rodeados de antivalores, que proporcionan ejemplos que irían en contra de la formación de un líder que sirve a la sociedad y no la perturba. En este sentido, las metodologías deben apuntar hacia la consecución de modelos al interior del aula que cumplan dos funciones: por un lado, que revisen el contexto y por otro lado que fortalezcan la formación en valores